martes, 1 de septiembre de 2009

Primeras identificaciones

Como toda relación, mi vínculo con los blogs ha oscilado entre la más obsecuente fidelidad, la histeria, la eventualidad, los esporádicos reencuentros.
Sin embargo, hay una visita que es, a la vez, sistemática y sintomática.
Fue uno de los primeros blogs que leí, en marzo de 2007. Llegué -como a la mayoría de las cosas de mi adultez- a través de mi profesor genial. Más específicamente de la mención en su blog.
Esa "presentación" sin personas, pero presentación al fin, bastó para convertir en hábito lo que inicialmente fue ocasional.
Sus posteos sobre la vida cotidiana de la hermandad puán fue mi primera mediación sobre la política discursiva y corporal que implicaba ser de letras.
Disertaciones de procedimientos mentales que exploraban una poética de la sintaxis.
Un gusto también,
una afectación verbal.
Hubo encantamiento por ese universo cercano y distante: la disciplina, la metáfora del control, el arte argumentador, la afinidad cultural.
Quizás el amigo imaginario que nunca tuve en la infancia.
Nos cruzamos un par de veces en la empiria. Pero no sólo en la facultad. También en el subte y en una calle del centro que no recuerdo. Jamás nos hablamos. Me cuesta decir “es que no nos conocemos”. También me cuesta pensar que conozco a Mariano. Sólo sé que he entrado a su blog casi diariamente desde hace dos años.
Pero jamás comenté en él, aunque lo haya fantaseado.
Los últimos tiempos fueron extraños pero movilizantes. Quizás en mi propia construcción blogger también haya algo de salir del closet, dejar de ser una voyeur.
Identificaciones imaginarias, al fin y al cabo.

2 comentarios:

  1. eso de "ser" de letras es provocativo...
    yo, como buena prejuiciosa, tengo varios axiomas acerca de la fauna de puán

    feliz destape niní!

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  2. "Fantasear con dejar un mensaje": esa es la verdadera identidad del letroso.

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