domingo, 25 de octubre de 2009

Rivito, volvamos a ser amigas

Una de cal y una de arena.
Durante toda la semana me había sentido entre triste y mufada porque me cruzaba con amigos o conocidos que me contaban que iban a ver a Charly García el viernes.
Yo no había sacado la entrada porque me parecía que el precio era exorbitante y que no era coherente con mi ética gasolera. Además, el 23 justo era el cumpleaños de mi tío y a mi papá no le hacia ninguna gracia un eventual faltazo de mi parte.
Pero, finalmente, el miércoles a la noche mi tío decidió posponer su festejo para el domingo. Ahí me empecé a arrepentir. Me imaginaba el día después, con todo el mundo comentando el recital, y me dolía la panza de rabia. ¡¡Yo quería ir!!
Pero la entrada no sólo que era cara, sino que con el transcurso del tiempo había aumentado. Me hubiera sentido muy tonta si la compraba en esa situación.
Me resigné, esto formaría parte de una más de mis tantas frustraciones. Además, el viernes teníamos taller literario en lo de Santi y con Rivito teníamos unos jugosos avances en el proyecto que habíamos trabajado en la semana. Faltar hubiera sido conflictivo.
Pero el viernes al mediodía el milagro sucedió.
Me llamó mi amiga Ceci –que estaba al tanto de mi situación- y me dijo que a su papá en el trabajo le habían regalado dos entradas. ¡Dos entradas para ese mismo día! Estaba feliz. Iba a ir al recital. ¡Y gratis!
Pero nada es perfecto.
Sabía que Rivito se iba a enojar. Teníamos todo casi listo para llevar esa noche a taller y yo le estaba avisando de mi faltazo a último momento. No era justo.
Acorde con mi natural falta de coraje para enfrentarme con la reprobación de los demás, opté por escribirle un mail. En el mail reproducía –palabras más, palabras menos- lo mismo que escribí ahora acá.
Toda esta explicación desplegada puede leerse como meras excusas. Pero no lo son.
Es triste y complicado cuando pasan estas cosas. Cuando tu deseo, en cierto modo, va en contra del deseo del otro.
Sé que no estuvo bien lo que hice. Y sé que si hubiera sido al revés yo también me hubiera molestado.
Quizás tendría que haberle avisado de mis ganas antes. Si no lo hice fue, en parte, porque consideraba improbable ir al recital. Si terminé yendo fue por una serie de azares milagrosos que en parte no hubiera podido prever.
O si, quizás si mis ganas pasaban por generar ir al recital, podría haberlo dicho antes.
Además, hace menos de un mes ya había pasado algo similar. También por “motivos valederos”, yo falté, sin avisar, un viernes que ella levó texto.
La realidad siempre supera la ficción I.
Leo le criticaba a Cora en los mails de esta semana “no hacerse cargo”. A mí quizás me pasa un poco lo mismo, me cuesta hacerme cargo de que mis elecciones pueden no gustar y hasta enojar a los demás. Y entonces me anulo y termino esperando que las cosas exploten por su propio peso. Rivito obviamente no contestó mi mail. Más tarde le mandé un mensaje de texto que tampoco contestó.
Que difícil es escribir para pedir perdón.
Tantos rodeos para decir, simplemente, Rivi, perdóname, no te quería fallar y dejar colgada. Estoy más llena de rodeos y egoísmos de lo que imaginaba.
La realidad supera la ficción II.
Cora, a su modo, le pedía a Leo en los mails que por favor se amigaran, que necesitaba contarle de Charly.
Yo necesito también contarte los (no)avances con este trosco maligno. Necesito tu opinión: estoy acostumbrada a vivir con tu mirada sobre ciertas cosas de mi vida. Te necesito.

Charly García me gusta, pero más me gusta nuestra amistad.
Sos mi nueva mejor amiga Rivi.
Como cuando sos chica y te hacen hacer esos rankings de amistades. Tengo varias amigas y muy buenas de hace muchos años. Pero de la última parte de mi vida, vos sos mi “nueva” mejor amiga.
Al menos mi “desaire” sirva para hacer demostraciones de cariño que nuestro estándar de pudor no nos habilita cotidianamente. Están muy buenas las cosas que nos contamos. Que seamos compinches. Que nos riamos de ciertas cosas creyendo que a todos les va a parecer interesantísimo lo que nos pasa. Tu paciencia "zen" para mi artificiosa forma de complejizar todo. Y la aplicación amorosa del filtro rivas. Sos mi mejor interlocutora. Y te quiero nena.

No me gusta estar distanciadas.
No me gusta hacer cosas que te molesten o te pongan triste.
No me gusta que creas que todo me da lo mismo, porque no es así.
Perdoname Rivi, te lo pido sincera y públicamente.

4 comentarios:

  1. la venganza es el placer de los dioses
    no todo se puede pasar por la licuadora zen

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  2. No había leído este culebrón en paralelo al de Leo y Cora!
    Meki (no me deja loguearme para comentar)

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  3. si no te disculpa proba con un yogur

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